Mis historias diminutas: septiembre 2013

lunes, 30 de septiembre de 2013

Nadie se preocupa, ni ella. Tenía su paraguas verde. ET

Con cada arcada se desintoxicaba de la falsa felicidad que ingirió la noche anterior. ET

Así como el manatí se sabe sin figura estilizada, así yo sé que la musa de la belleza no me sopló. ET

Con bruma en el cerebro, hielo en el corazón, fuego en la espalda y una bomba en el estómago comenzó el día. ET

Fuimos tanto tiempo diptongo, que es difícil aceptar que ahora somos hiato. Tuvimos que acentuarlo. ET

Nos padecemos tanto... pero te esperé más. ET

Si me detuviera aquí, con esta humedad, primero me saldrían raíces, luego ramas, florecería, tendría hongos. Sería un hábitat.

Elisa T Hernández

Clasificados. Mujer inadecuada busca hombre inapropiado para relación sui géneris de tiempo indefinido. ET

El frío en el corazón le llegaba hasta los pies. Así, con esos hielos, es como advirtió su soledad. ET

La recompensa de cada día es recibir ese negro y felpudo ronroneo. ET

La soledad no es igual en casa, efectivamente sola, que estando afuera, llena de gente. ET

Era en lo único que pensaba ser infalible y falló. Ya no hubo nada de qué sentirse orgullosa. Enmoheció. ET

Pensaba que su característica óptica era el índice de refracción, pero cuando lo conoció, reflejó la luz: tenía color. Por fin la veían. ET

El médico dijo que no era hereditaria, pero la enfermedad se la transmitió a su descendencia. Sufrieron de tristeza y soledad toda su vida. ET