"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin". Jorge Luis Borges, Siete noches.
viernes, 8 de febrero de 2013
8 febrero 2013
Así como una estrella masiva atrae lo que está cerca de su campo gravitatorio, así Romeo cada vez deja menos espacio entre él y yo. ET
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