"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin". Jorge Luis Borges, Siete noches.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
25 noviembre 2015
La simpleza de su música y lo límpido de su alma trenzaban un delicado manto rojo resplandeciente. Silente, soñaba dormir tunicada sobre él. ET
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