"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
martes, 16 de julio de 2013
16 julio 2013
Su distracción fue tan breve que vio pasar fugazmente un caracol. ET
Jajaja... Me imaginé al caracol
ResponderEliminarjejejeje qué chido
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