"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
martes, 11 de febrero de 2014
11 febrero 2014
En el oscuro y húmedo hueco sentía que no respiraba aire, lo tragaba. Al salir, el Sol lo cegó. ¿Tanto esfuerzo había valido de algo? ET
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