"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
lunes, 19 de febrero de 2018
19 febrero 2018
La sinfonola musitaba al oído: la vie en rose. Retoñó un ave que aleteaba la ternura extraviada. ET
Me ENCANTÓ
ResponderEliminarawww :)
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