"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
viernes, 4 de mayo de 2018
4 mayo 2018
El sobrepensador meditaba sobre los cortes infinitesimales pero sabía que era finito. Ahora su cabeza se inundaba de tortugas y pies alados. ET
Leibniz+Escher=Leischer?
ResponderEliminarAquiles y la tortuga, jejeje.
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me gustan las otras lecturas
gracias
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