"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
lunes, 25 de febrero de 2019
Impermanencia
25 febrero 2019
La vida fugaz de la partícula la orillaba al regocijo en la arena. Unos segundos y una ola la tomó desprevenida. Fresca y mortal catástrofe.
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