"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
lunes, 17 de junio de 2013
17 junio 2013
Su plan era magnífico. Se pasó la vida entera esperando el momento perfecto para comenzar. ET
Manos a la obra
ResponderEliminarnunca lo hizo
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