"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
lunes, 18 de enero de 2016
18 enero 2016
Mientras menos haces diáfanos llegaban, el sistema central más
se aferraba a la automirada. En la primera bocanada el Universo se presentó. ET
💘
ResponderEliminarrespirar
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