"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
domingo, 14 de julio de 2019
14 julio 2019
Nunca cambiaría el confort del afelpado piso verde que crecía en aquella metálica esquina. Era suyo y de sus ocho ojos.
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