"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
miércoles, 3 de julio de 2019
3 julio 2019
Cuando sintió que el hilo de sangre le escurría por la entrepierna, instantáneamente pudo abrir los ojos y verlo con claridad.
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