"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
sábado, 26 de abril de 2014
26 abril 2014
En ese momento fue cuando descubrió que hay un hoyo más hueco, un negro más oscuro, un vacío menos denso y una soledad más honda. ET
No hay comentarios:
Publicar un comentario