"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
miércoles, 20 de julio de 2016
20 julio 2016
¿Cómo iba a poder rascarle las orejas al elefante con esas delgadas uñas tan frágiles como membrana de cebolla? Allium cepa llanto. ET
Ouch
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