"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
miércoles, 21 de diciembre de 2016
21 diciembre 2016
Colocaba en su boca coloridas epífitas
sin polinizar y tocones de árboles miniatura, sólo estaba llenando al monstruo
de más vacío. ET
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