"Siempre he sentido que mi destino era, ante todo, un destino literario; es decir, que me sucederían muchas cosas malas y algunas cosas buenas. Pero siempre supe que todo eso, a la larga, se convertiría en palabras, sobre todo las malas, ya que la felicidad no necesita ser transmutada: la felicidad es su propio fin".
Jorge Luis Borges, Siete noches.
domingo, 19 de mayo de 2013
19 mayo 2013
El ave volaba, reía, bailaba, disfrutaba. Desde el suelo la oruga no veía el día para transformarse; dudó si ella era de esa clase de larva. ET
Ternura
ResponderEliminarpero también autoexigencia :/
Eliminar